LA PRISIÓN POLÍTICA COMO VENGANZA
CONTRA REVOLUCIONARIOS
Las cárceles son los espacios para aquellas personas que no fueron capaces de asimilarse a la sociedad, de asumir su normática (ética y moral) o para aquellos que la sociedad excluyó. Los los ciudadanos que sobran. En estos recintos existen dos grupos. Aquellos presos comunes que atentan en contra del estado en la línea del delito común y otros que atentan contra el Estado mediante acciones de carácter política. Los primeros son Presos Comunes y los segundos Presos Políticos. Los primeros generan bandas criminales al interior de las cárceles los segundos desarrollan la cárcel combativa o militante.
Es en contra los presos políticos sobre los cuales cae todo el peso de la ley del Estado Burgués ya que ellos entrañan un peligro contra la débil estructura moral y política de la sociedad capitalista. Fidel Castro y Nelson Mandela así lo atestiguan. Con la única diferencia que ellos lograron liberar a sus respectivos pueblos para después establecer las coordinaciones para luchar por la liberación de otros pueblos del tercer mundo.
Sin embargo, el mundo todavía mantiene en sus prisiones a revolucionarios que han sido sometido a los regímenes carcelarios más inhumanos. Leonard Peltier (dirigente indígena norteamericano (nacido en 1944 y encarcelado desde 1976) condenado a dos cadenas perpetuas. Victor Polay (MRTA nacido en 1944 preso desde 1993). Abimael Guzman (PCP - Sendero Luminoso, nacido en 1934 preso desde 1992). Ilich Ramirez miembro de la fuerza Popular para la Liberación de Palestina, FPLP, nacido en 1949 preso desde 1994, cadena perpetua). A ellos se suman los chilenos Jaime Castillo Petruzzi (MRTA nacido en detenido en 1993 por traición a la patria) y Mauricio Hernandez Norambuena (FPMR, nacido en 1958 y detenido desde 2001). Todos ellos revolucionarios que desde una lucha radical y frontal en contra del sistema levantaron las banderas de la construcción de una sociedad socialista en épocas diferentes y la reivindicación de sus pueblos. Sin embargo su reclusión en cárceles de seguridad no tiene otro sentido que la venganza más descarada y brutal contra seres humanos cuyo único delito fue sublevarse en contra de las injusticias que genera el capitalismo.
Quizás la primera cárcel de alta seguridad y régimen carcelario atentatorio a los derechos humanos se produjo en contra de los militantes de la Fracción del Ejército Rojo (RAF en alemán) en la década de los 70 donde su principal objetivo fue el aniquilamiento psicológico y físico de los detenidos al igual que en los casos antes mencionados. Las cárceles de alta seguridad son la más clara evidencia de parte del Estado Burgués del temor que éste tiene hacia el ideario revolucionario. Creen que con el encarcelamiento brutal y despiadado pueden retrasar la revolución social y ocultar las inmundicias del capitalismo.
La cárcel de Guantánamo en suelo cubano y bajo control yanki también atestigua la brutalidad del imperialismo yanki en contra de ciudadanos árabes y musulmanes cuya brutalidad también se expresa en las cárceles clandestinas de los yankis en Europa. Misma brutalidad y venganza aprendida por los pa´ses latinoamericanos que mantienen en condiciones inhumanas a prisioneros políticos como en el caso de Víctor Polay, Abimael Guzmán, Jaime Castillo y Mauricio Hernández. Estos casos y su inmediata libertad debe ser una bandera que debe ser asumida por UNASUR y por el movimiento continental anticapitalista y anti imperialista del tercer mundo.
Fuente: Educación Democrática para Todos
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